Para esos días en que el camino se hace insoportable y pensáis que es mucho mejor plegarse a los dictados del patriarcado, ahí os va un poco de espíritu Duncaniano.
Las Esporas también somos fans de Isadora Ducan, la bailarina que revolucionó el mundo de la danza a principios del siglo XX, y leyendo una de sus biografías estamos encontrando anécdotas curiosas sobre su manera de afrontar la vida que nos pueden servir de aliento.
Fijaos, cuando sus clientes le pedían que, por favor, se pusiera algo más de ropa debajo de la túnica con la que bailaba contestaba que si querían que bailara, lo haría a su manera o si no, no bailaría. Tampoco estaba falta de sentido del humor. En una ocasión fue la propia Cosima Wagner la que hizo tal petición; ante la negativa de Ms Duncan, la señora Wagner le preguntó si todas las americanas se vestían así, a lo que Isadora contestó "¡Ah, no, algunas llevan plumas!"
Las Esporas también somos fans de Isadora Ducan, la bailarina que revolucionó el mundo de la danza a principios del siglo XX, y leyendo una de sus biografías estamos encontrando anécdotas curiosas sobre su manera de afrontar la vida que nos pueden servir de aliento.
Fijaos, cuando sus clientes le pedían que, por favor, se pusiera algo más de ropa debajo de la túnica con la que bailaba contestaba que si querían que bailara, lo haría a su manera o si no, no bailaría. Tampoco estaba falta de sentido del humor. En una ocasión fue la propia Cosima Wagner la que hizo tal petición; ante la negativa de Ms Duncan, la señora Wagner le preguntó si todas las americanas se vestían así, a lo que Isadora contestó "¡Ah, no, algunas llevan plumas!"
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