lunes, 1 de septiembre de 2008

Una habitación propia

Para empezar bien el nuevo curso, las esporas le vamos a dedicar el mes de septiembre a Virginia Woolf y su A room of one's own, de 1929. Releyéndolo este fin de semana, nos hemos dado cuenta de que toooodo está dicho en esas cien páginas. O al menos, muchas de las cosas importantes aún hoy día para las mujeres. De momento vamos a quedarnos con la enseñanza más evidente de esta obra: una mujer necesita dinero y una habitación propia con un cerrojo en la puerta para poder dedicarse a cualquier actividad productiva e interesante. Por hoy lo dejamos aquí, pero hay mucho más para comentar.

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